Romance legendario: “El infante Arnaldo”
¡Quién hubiera tal ventura
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de sedas,
la jarcia de oro torzal,
sobre las aguas del mar
como hubo el infante Arnaldos
la mañana de San Juan!
Andando a buscar la caza
para su falcón cebar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar;
las velas trae de sedas,
la jarcia de oro torzal,
En este romance de aventuras, el infante Arnaldos viaja en una nave desconocida y descubre en ella a sus familiares y criados, que andaban buscándole.
El final truncado, al que llega después de varias tentativas, convierte un romance de escaso
interés en una obra maestra, pues da a la canción del marinero un gran misterio. El acierto
en el corte brusco aparece así como una verdadera creación poética.
El final truncado, al que llega después de varias tentativas, convierte un romance de escaso
interés en una obra maestra, pues da a la canción del marinero un gran misterio. El acierto
en el corte brusco aparece así como una verdadera creación poética.
Ay! Un galán de esta villa...
¡Ay! Un galán de esta villa,
¡ay!, un galán de esta casa,
¡ay!, de lejos que venía,
¡ay!, de lejos que llegaba.
¡Ay!, diga lo que él quería
¡ay!, un galán de esta casa,
¡ay!, de lejos que venía,
¡ay!, de lejos que llegaba.
¡Ay!, diga lo que él quería
¡Ay!, diga lo que él buscaba.
¡Ay!, busco a la blanca niña,
¡ay!, busco a la niña blanca,
que tiene voz delgadina,
que tiene la voz de plata;
¡Ay!, busco a la blanca niña,
¡ay!, busco a la niña blanca,
que tiene voz delgadina,
que tiene la voz de plata;
Este romance es un verdadero canto nacional para los asturianos; es el mas sabido por ellos
